Cl. Gálvez 833, distrito de Querecotillo - Sullana - Piura - Perú
La agricultura orgánica es un sistema de producción que, mediante el manejo racional de los recursos naturales, sin la utilización de productos de síntesis química. Brinda alimentos sanos y abundantes, mantenga o incremente la fertilidad del suelo y la diversidad biológica. La agricultura ecológica, también llamada orgánica o biológica, se basa en el cultivo que aprovecha los recursos naturales para, por ejemplo, combatir plagas, mantener o aumentar la fertilidad del suelo, etc., sin recurrir a productos químicos de síntesis como fertilizantes, plaguicidas y similares, y en la no utilización de organismos que hayan sido modificados genéticamente, los transgénicos. De esa forma se consiguen alimentos más naturales, sanos y nutritivos. Además, se ayuda a conseguir una mayor sostenibilidad del medio ambiente causando el mínimo impacto medio ambiental.
Cuando consumimos alimentos de cultivo orgánico colaboramos en la conservación del medio ambiente y evitamos la contaminación de la tierra, el agua y el aire.
La agricultura orgánica fertiliza la tierra y frena la desertificación del agua y no contamina los acuíferos; fomenta la biodiversidad; mantiene los habitas de los animales silvestres.
Los productos orgánicos recuperan los gustos originales y tienen mejor sabor. Debido a que las plantas sólo son regeneradas y fertilizadas orgánicamente, estas crecen más sanas y se desarrollan de mejor forma, conservando el auténtico aroma, color y sabor.
Centenares de pesticidas químicos son utilizados habitualmente en la agricultura convencional lo que provoca que restos de residuos de pesticidas aparezcan en los alimentos procedentes de esta agricultura que ingerimos diariamente.
La polución por plástico o contaminación por plástico es la acumulación de productos de plástico en el medio ambiente que produce efectos adversos sobre la vida silvestre, el habitad de la vida silvestre, o los humanos. Las bolsas de plástico consumen grandes cantidades de energía para su fabricación, están compuestas de sustancias derivadas del petróleo, que pueden tardar en degradarse más de medio siglo. La gran mayoría acaba siendo desechada sin control, contaminando tanto las ciudades como los ecosistemas naturales. En el mar su impacto puede ser letal para animales como tortugas, ballenas o delfines, que mueren tras ingerirlas.